viernes, 22 de junio de 2012

Capítulo 4: Games



Atravesamos el patio y llegamos al edificio principal, entramos y atravesamos la misma alfombra de moqueta roja de antes. Esta vez, en vez de subir escaleras arriba seguimos la alfombra roja por un pasillo ancho que había al lado de la recepción. Oímos ruido de gente hablando y nos acercamos, allí estaba la sala de ocio. Zack abrió la puerta y pasamos adentro. Las paredes estaban pintadas de verde pistacho. Había una televisión de pantalla plana colgada de una de las paredes, también había un billar, un futbolín, armarios con películas, y máquinas tragaperras.
-¿Jugamos al billar o vemos una peli?-preguntó Robert mirándonos a Valeria y a mí.
-Yo no sé jugar al billar-dije mirándole.
-No pasa nada ¿Te enseño?-pregunto Alex cogiendo uno de los palos.
-Vale-contesté mirando a Valeria.
Me acerqué a donde estaba Alex y vi como iniciaba la partida de billar. El resto de los chicos cogieron también los palos sobrantes. Alex colocó todas las bolas de colores dentro de un triángulo de plástico y puso la bola blanca en la mesa. Quitó el triángulo, se colocó en frente de la bola blanca, cogió el palo con la mano izquierda delante y la derecha atrás y con fuerza golpeó la bola blanca de forma que esta golpeara las demás haciendo que deshicieran el triángulo. Alex soltó el palo y colocó la bola blanca en frente de una de las bolas de colores.
-¿Quieres tirar tú?-preguntó mirándome.
-¿Me enseñas?-pregunté yo.
-Ponte aquí-dijo colocándome en frente de la mesa y poniéndose detrás de mía.
Puso el palo encima de la mesa.
-Pon la mano izquierda delante, cogiendo el palo así-dijo agarrando el palo.
Hice lo mismo que él y coloqué mi mano cerca de la suya.
-Ahora pon la otra mano aquí-dijo agarrando el palo con la otra mano.
Cogí el palo como él me había dicho.
-Ahora coloca el palo con la mano izquierda y empuja con la derecha-dijo situándose detrás de mía-¿Lo hago yo?-preguntó mirándome.
-Adelante-contesté mirándole a los ojos.
Alex y yo golpeamos la bola blanca y metimos una  bola en uno de los agujeros. Alex soltó el palo, me puso la mano en la cintura y me susurró al oído.
-Ahora, inténtalo tú sola.
Cogí el palo como él me había enseñado y golpeé la bola blanca de forma que esta golpeara la bola azul que tenía en frente y la llevara directa al agujero.
-Muy bien dijo Alex poniendo la mano para que yo chocara los cinco.
Dejé el palo encima de la mesa y choqué la mano de Alex.
-Valeria, tira tú ahora-dije mirándola.
Valeria cogió el palo, se colocó y metió una bola en uno de los agujeros.
-Tía, ¡no me habías dicho que sabías jugar!-exclamé sonriéndole.
-Mi hermano me enseñó-dijo sonriendo.
Valeria y yo nos sentamos en un sofá cerca de unas chicas italianas y dejamos que los chicos jugaran tranquilos la partida de billar.
-Tengo que contarte una cosa…-dije mirándola a los ojos.
-¿Te gusta alguno de los chicos?-preguntó Valeria mirándome divertida.
-No-contesté riendo.
-¿Entonces?-preguntó ella también riéndose.
-En el avión, cuando me quedé dormida soñé que estos chicos eran amigos de los de One Direction; soñé que Alex, se llamaba Alex y que me pedía salir; y que Liam Payne nos venía a recoger al aeropuerto y también soñé que Nico se llamaba Nico.
-Madre mía, ¿¡Todo eso has soñado en veinte minutos?!-preguntó Valeria sobresaltada.
-Sí,-conteste mirándole aún a los ojos-y lo más fuerte es que acerté los nombres de Alex y Nico.
-Ya, solo acertaste con eso…-dijo Valeria irónicamente.
-Bueno, -contesté ruborizándome- lo otro de momento aún no lo sabemos.
-Joder, vaya sueños más largos que tienes tú, y vaya pasada de sueño, me gustaría haberlo soñado… o vivirlo-dijo Valeria.             
-Ya,-dije mirándola-¿Por qué parte del sueño, o mejor dicho por qué chico?
-Liam-dijo riendo.
-Ya…-contesté riendo.
Los chicos acabaron su partida de billar y se acercaron a donde estábamos nosotras. Se había hecho tarde, ya eran las once de la noche y era la hora de subir a las habitaciones. Salimos de la sala y nos dirigimos hacia las escaleras.
-¿Queréis quedaros a hablar en nuestra habitación un rato?-preguntó Jake mientras subíamos las escaleras.
-¿No nos reñirán?-pregunté.
-No tienen porque entrarse-dijo sonriendo en voz baja.
Valeria y yo fuimos a ponernos el pijama, cogí mi guitarra y nos acercamos a la puerta de la habitación de los chicos. Abrimos la puerta y entramos sigilosamente.
-Hola-saludamos Valeria y yo al unísono.
-Chicas-dijo Alex.
-Aquí estamos-dije yo sonriendo.
-Sentaos-nos invitó Nico.
Valeria y yo pasamos dentro de la habitación, y coloqué mi guitarra contra una de las paredes. Me senté en una de las camas y Valeria se sentó a mi lado.
-¿Os puedo hacer una pregunta?-preguntó Jake.
-Ya la has hecho-dije sonriéndole.
Jake se rió
-¿Habéis venido a Londres a vivir o sólo os quedáis este curso?-preguntó.
-A vivir,-contestó Valeria-durante tres años.
-Como nosotros-dijo Zack sonriendo.
-Pues ya nos lo podemos pasar bien estos tres años,-dijo Alex-vamos a ser como una familia-dijo riendo.
-Sí, Valeria y yo somos las madres ¿no?-dije riendo.
-No,-dijo Robert-solo nos ayudaréis a sobrevivir aquí sin nuestras madres, ¿vale?
-Vale-dijimos nosotras riendo.
-¿Me dejas tu guitarra?-preguntó Alex.
-¿Sabes tocar?-pregunté sorprendida.
-Sí,-contestó-sé tocar alguna canción.
Fui a donde había dejado mi guitarra y la saqué de la funda, le puse la cejilla y saqué la caja de las púas. Le acerqué la guitarra a Alex y me senté a su lado. Se colgó la guitarra, colocó los dedos en el mástil, cogió una púa y comenzó a tocar. Tocó una canción que conocía: ‘Knocking On Heavens Door’, yo también la sabía tocar. Alex comenzó a cantar y me quedé con la boca abierta. Tenía una voz preciosa.
Cuando acabó la canción me dio la guitarra, la guarde con su ayuda y nos sentamos en su cama. Estaba cansada, Valeria seguía hablando con los chicos como una cotorra; estaban planeando lo que querían visitar de Londres y donde querían comer. Me tumbé en la cama de Alex, apoyé la cabeza en la almohada mirando hacia el lado contrario del que estaban los chicos. Alex se sentó apoyando la cabeza en el cabecero de la cama y noté como me miraba. Mis ojos se cerraban poco a poco, el viaje había podido conmigo. Oía las risas y las voces de Valeria y los chicos pero el sueño pudo conmigo y me quedé dormida. Al cabo de un rato, cuando me desperté, Alex estaba durmiendo a mi lado, me había metido en su cama y me había arropado con las sábanas. Valeria estaba dormida dentro de la cama de Zack, y este se había quedado dormido encima de las sábanas. Todos los chicos estaban dormidos por lo que no hice ningún movimiento para no despertarles. Volví a apoyar mi cabeza en la almohada y sentí como Alex respiraba a mi lado, parecía un angelito durmiendo. Su cara estaba en frente de la mía y vi como sus ojos color miel se abrían y me miraban fijamente. Le miré a los ojos sonreí y los cerré, pero noté como seguía mirándome. Al cabo de un rato me volví a quedar dormida. En frente del chico cuyo nombre había adivinado, y que puede que hiciera gran parte de mi sueño realidad. Puede…


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