lunes, 30 de julio de 2012

Capítulo 8: California Gurls




  
*Esa misma noche, en una de las habitaciones de la residencia de un lugar de Londres*

Valeria y yo entramos por la puerta de la habitación, nos pusimos el pijama y nos metimos en la cama, acabábamos de volver de la cena.
-¿Nos quedamos un rato hablando o estas cansada?-preguntó Valeria.
-Nos quedamos hablando,-dije sonriendo-¿que hicisteis cuando Alex y yo fuimos a la tienda de música a por la guitarra?
-Fuimos a la tienda de Billabong a comprar el skate de Zack, a Stradivarius, a Claire’s y a otra tienda de ropa de chicos que nos llevó Nico y no me acuerdo de cómo se llama,-contestó Valeria- ¿y vosotros? ¿Qué hicisteis después de salir de la tienda de música?
-Estrenar la guitarra de Alex-contesté sonriendo.
-¿Pero algo más haríais no?-preguntó Valeria mirándome fijamente.
-Me llevó a un parque de al lado del Buckingham Palace y estuvimos cantando ‘Cry Me A River’-dije sonriendo.
-Oh, qué bonito-dijo Valeria mirándome dulcemente-¿Y no pasó nada?
-Nada de nada-contesté sonriendo.
-No sé si creerte-contestó mirándome.
-Pues deberías-contesté.
-Te creo, pero sé que algo va a pasar entre vosotros dos-contestó sonriendo.
-¿Cómo estás tan segura si solo ha pasado un día?-pregunté entrando en razón.
-No lo sé, simplemente lo creo-contestó Valeria.
Yo creo que era imposible saber nuestros sentimientos en un solo día pero Valeria tenía algo de razón, me sentía a gusto con él. Era un amigo, y pude que surgiera algo entre nosotros, pero no tan pronto. Aún no, puede que en el futuro, en un futuro próximo o lejano, ya se vería como estaban las cosas.
-Además…-dijo Valeria-yo creo que hacéis buena pareja, los dos sois músicos-dijo con una amplia sonrisa.
Alguien picó en la puerta de la habitación, ¿Quién sería a estas horas? Me levanté de la cama, me puse las zapatillas y abrí la puerta.
-Hola,-saludó una chica morena de ojos verdes-soy vuestra nueva compañera.
-Hola-dije dándole dos besos-yo soy Sara y esta es Valeria-dije señalando su cama.
-Me llamo Kat,-dijo sonriendo-encantada.
Valeria se acercó a la puerta y las dos ayudamos a Kat a meter sus cosas dentro de la habitación.
-¿De dónde eres?-pregunté cuando nuestra nueva compañera entró a la habitación.
-Nací en Madrid, pero llevo diez años viviendo en Los Ángeles-contestó la chica.
-Guau. Siempre he querido ir a allí-dijo Valeria.
-Y yo, es mi lugar favorito, y eso que aún no he ido-dije riendo.
-¿Y vosotras?-preguntó.
-Yo soy de Asturias-contesté.
-Y yo de Valencia-contestó Valeria.
Kat colocó la ropa en su armario y sus pertenencias en los cajones y estanterías que le correspondían y eligió la cama de al lado de la mía para dormir. Se puso el pijama y se sentó en su cama, Valeria hizo lo mismo y yo fui a llamar a los chicos para presentarles a Kat. Al cabo de un rato, todos los chicos entraron en nuestra habitación. Se presentaron y nos pusimos a hablar hasta tarde, Alex vino a mi cama y cogió mi guitarra, se sentó y se puso a tocar. Jake, Robert, Nico y Valeria estaban hablando animadamente con Kat mientras que Alex y yo estábamos disfrutando de la música que Alex hacía con las seis cuerdas de mi guitarra. Aún así estábamos prestando atención a lo que estaban hablando.
-¿Sabes que tú nombre tiene nombre de Kit Kat?-dijo Jake riéndose.
-Siempre que llego nueva a algún sitio, alguien hace ese chiste-dijo Kat sonriéndole.
Alex, seguía tocando la guitarra a mi lado. Saqué mi portátil de la funda, lo encendí y me tumbé en la cama con el portátil encima de las piernas. La melodía que Alex estaba tocando con mi guitarra me dio una idea para una canción, abrí el Word y comencé a escribir una letra nueva.
Cause baby, when you laugh, when you smile,
When you say hello or when you say goodbye,
All the things are right,
When you are with me
-¿La acabas de escribir ahora, o ya la tenías?-preguntó Alex mirando la pantalla del ordenador.
-Ahora-dije un pelín nerviosa. No me había dado cuenta de que estaba leyéndolo.
-Pues, está bien, ¿Te ha salido sin más?-preguntó poniendo un brazo en la nuca, y sonriéndome.
-Sí, simplemente escuchando lo que tocabas-dije mirándole.
-Me gusta, podemos escribir una canción juntos-dijo sonriendo.
-Me encanta esa idea,-dije mirándole a los ojos-¿Vemos una peli?, tengo algunas en el portátil.
-Vale, pero nos ponemos los cascos para no molestar, que tienen una conversación ahí…-dijo Alex sonriendo mirándoles.
Alex guardó mi guitarra en la funda, se sentó a mi lado, más cerca que antes y saqué unos cascos del cajón que había en mi mesita de noche, los conecté en el ordenador, le di un casco a Alex y el otro lo puse en mi oreja.
-¿Cuál vemos?-pregunté señalando todas las películas que tenía en una de las carpetas del ordenador.
-¿Saw?-preguntó Alex mirándome.
-No, que si no luego no duermo-contesté mirándole a los ojos.
-Si quieres, duermo contigo-dijo sonriendo.
-Mejor, vemos otra-dije rechazando su oferta.
-Vale, ¿Amanecer?-preguntó sonriendo.
-Sí, me gusta esa película.
-¿Qué película te gusta? ¿Qué hacéis?-preguntó Valeria.
-Vamos a ver Amanecer-dije sonriendo a Valeria-¿Queréis verla?
-Vale-contestó Valeria.
-Me encanta esa peli,-dijo Kat- Taylor Lautner está como un pan.
-Lo sé,-dije sonriéndole-sentaros por aquí.
Valeria y Kat juntaron la cama de Kat a la mía y se sentaron en la cama de modo que pudieran ver la peli, los chicos hicieron lo mismo con la de Valeria y se sentaron al lado de Alex.
Pronto en la pantalla del ordenador, apareció un bosque con los árboles y las hojas mojados, era el bosque de La Push, en Forks. Jacob lanzaba un papel al suelo; la invitación para la boda de Edward y Bella se quitaba la camiseta y echaba a correr. Poco a poco acabamos de ver la película, cuando nos dimos cuenta ya eran las doce de la noche.
-Nos vamos que es tarde-dijo Zack mirando la hora en el móvil.
-Venga hasta mañana chicas-dijo Alex.
-Adiós-contestamos nosotras.
Los chicos salieron de nuestra habitación y la cerraron sin hacer ruido, Valeria y Kat separaron sus camas de la mía y se sentaron cada una en su cama.
-Kat, ¿a qué Alex y ella hacen buena pareja?-preguntó Valeria mirándome.
Te mato, pensé dirigiéndole una mirada de asesina a Valeria.
-¿Estáis saliendo?-preguntó Kat mirándome.
-No-contesté enrojeciendo.
-De momento-dijo Valeria.
-No,-contesté- de momento no, hay millones de chicas en la residencia no voy a ser la elegida-contesté riendo. Parecía una película de extraterrestres.
Valeria y Kat me miraron sonriendo.
-Ya, pero se nota que hay algo-dijo Kat.
-Si acabas de llegar, como vas a notar que hay algo, si además no hay nada, somos buenos amigos, nada más-dije empezando a cabrearme un poquito.
-Bueno, vale-dijeron Valeria y Kat mirándose la una a la otra.
-A dormir-dije intentando librarme de sus pensamientos y metiéndome en la cama.
-Está bien-dijeron sin rechistar.
Se tumbaron y apagué la luz, apoyé mi cabeza en la almohada y comencé a pensar en lo que había pasado, tenía una foto con Niall Horan, y Alex,  me había llevado a un lugar precioso donde habíamos hecho lo que más nos gustaba a los dos. Para haber sido el segundo día de nuestra estancia en Londres, parecía que nos conocíamos de toda la vida, había sido un día maravilloso, no sabía cuál era la razón, pero había sido un día especial. Al día siguiente fuimos a clase, la rutina diaria de siempre, los chicos habían planeado quedarse la tarde jugando un partido de fútbol por lo que después de comer, Valeria, Kat y yo salimos a la ciudad de compras. Nos acercamos hasta el Covent Garden, sabíamos dónde estaba gracias al día anterior, cerca de allí conocimos a Niall Horan. Una experiencia que sería inolvidable para nosotras hasta el último día de nuestra estancia en Londres. O por lo menos, del primer año. El Covent Garden era cómo una especie de mercadillo, había varios puestos con jabones, camisetas, gorras, recuerdos, incluso había una tienda sólo de caramelos. Nos adentramos en el Covent Garden, unos mimos estaban quietos como estatuas, un mago hacía desaparecer euros y aparecer libras y una chica de unos veinte años, estaba cantando ópera en la planta baja del Covent Garden. Bajamos las escaleras para verla más de cerca, le echamos unas monedas en una cajita de cartón que tenía a sus pies, y le sonreímos. La joven nos sonrió sin dejar de deleitarnos con las notas tan agudas que salían de sus cuerdas vocales. Cerca de allí una tienda nos llamó la atención las paredes una de color fucsia y la otra de un tono de azul eléctrico, las estanterías de varios colores, y las camisetas con mensajes graciosos en el escaparate nos hicieron entrar a mirar la tienda por dentro, salimos de allí cada una con una camiseta. La mía ponía: Kiss Me, I’m super sweet y el dibujo de un pastel de fresa. La de Valeria tenía un conejito rosa y ponía: I’m cute and you know it. Y la de Kat tenía el dibujo de un bote de kétchup y unas patatas y ponía: Give Me a Kiss. A partir de ahora esa tienda, para nosotras sería la tienda de las camisetas monas. Entramos en un par de tiendas más donde nos compramos vestidos y alguna que otra camiseta y salimos del Covent Garden. En las afueras de la plaza había una pizzería. Entramos y nos sentamos en una mesa. Kat fue a pedir.
-Ir de compras da hambre-dijo Valeria.
-Sí, y eso que acabamos de comer hace dos horas-contesté riendo.
Kat volvió a la mesa con dos pizzas grandes de jamón y queso y tres latas de Coke.
-Qué aproveche chicas-dijo Kat sentándose.
-Igualmente-contestamos Valeria y yo.
-El tercer día en Londres y no pisamos la residencia por la tarde-dije al acabar de dar un bocado a una porción de pizza.
-Ya,-dijo Kat-las ventajas de saber inglés, que puedes salir de la residencia cuando quieras y no tienes problema para pedir en las tiendas.
Acabamos de comer una pizza y la otra la llevamos para la residencia, fuimos a posar las bolsas a la habitación y salimos con la pizza a la cancha de fútbol. Cogimos una última porción cada una y el resto lo dejamos para los chicos. Vimos como Nico, Zack, Alex, Jake y Robert jugaban un partido de fútbol contra un grupo de alemanes e italianos. Los chicos contra los que estaban jugando estaban en nuestra clase, algunos los conocíamos de vista otros debían de estar en la otra o en un curso superior. Las clases estaban repartidas de una manera distinta a la de España; los que estarían en segundo y tercero en un curso, y los de cuarto y mayores de dieciséis en otro. Los de primero estaban en el Primary School, que vendría a ser primaria en España. Kat era un año mayor que nosotras y los chicos, menos Zack, el resto tenían ya todos los quince. Valeria, Zack y yo éramos más pequeños que el resto, pero todos nos tratábamos de la misma manera. Al acabar el partido los chicos nos vieron y se sentaron en una esquina de la cancha con nosotras, cogieron su porción de pizza y nos pusimos a hablar un rato, dentro de poco serían las seis, la hora de cenar.
-¿Qué tal el partido?-pregunté.
-Ganamos-contestó Zack cogiendo aire.
-Chicos, estáis agotados-dijo Valeria mirándoles.
Estaban rojos y sudorosos, como todos los chicos cuando juegan un partido de fútbol.
-Sí,-dijo Alex-yo me voy a ir a dar una ducha-dijo acabando su porción de pizza.
-Por cierto, gracias por la pizza chicas-dijo Nico.
-De nada-contestamos sonriendo.
-Yo también me voy a la ducha,-dijo Jake-no me gusta estar sudado cerca de unas señoritas como vosotras-dijo mirándonos.
Nos reímos.
-Vamos-dijo Robert levantándose.
Los chicos fueron a la habitación y nosotras nos fuimos también a duchar, cogimos las cosas y fuimos al baño, nos duchamos y un tiempo después volvimos a la habitación a secarnos el pelo. Cuando terminamos, nos pusimos las camisetas monas que habíamos comprado combinadas con unos shorts a juego y unos Converse. Abrí la puerta de la habitación para bajar a cenar y nos cruzamos con los chicos que salían de la ducha.
-¿Todavía no habéis acabado?-pregunté mirando a Jake, que aún estaba con la toalla alrededor de la cintura y unas chanclas.
-Sí, Sara que se te van los ojos-dijo riendo.
Sonreí moviendo la cabeza de un lado a otro.
-Os vais a quedar sin agua,-contesté riendo-luego las que tardamos somos nosotras.
-Pues, habéis tardado poco-dijo él.
-Por eso lo digo-dije mirándole.
-Vamos-dijo Kat saliendo detrás de mí y mirando a Jake.
-Otra a la que se le van los ojos,-dijo el chico riendo-ya sé que estoy muy bueno pero disimulad por lo menos ¿no?
-Hijo, es que tienes una tableta…-dijo Kat mirándole.
-Me voy,-dijo el chico riendo entrando por la puerta.
Valeria salió de la habitación poniéndose un pendiente y cerró la puerta.
-Vaya, el monumento que te acabas de perder-dijo Kat mirándome.
-Y tanto.
-¿Vamos yendo a cenar?-preguntó Valeria.
-Vamos.

Capítulo 7: OMG



*Dos horas más tarde en una de las frías calles de Londres*
Hacía frío, estaba de manga corta y me estaba congelando, es que solo se me podía ocurrir a mí, todo el mundo dice que Londres es un sitio frío y yo de manga corta por la calle. Valeria estaba igual de congelada que yo, además las dos estábamos en pantalones cortos, los chicos fueron listos y se cogieron las sudaderas. Valeria y yo caminábamos delante y los chicos iban detrás de nosotras. Claro, que no sabíamos por dónde íbamos, solo sabíamos que estábamos buscando una tienda de música para ayudar a Alex a comprar una guitarra. De repente titirité del frío y Valeria me miró abrazándose a mí.
-Tranquila, que vamos a comprarnos unas sudaderas en la primera tienda que veamos.
-¡Shopping!-grité empujando a Valeria hacia Berska, una de mis tiendas favoritas que también había en España-¡Vamos a comprar! ¡Necesito comprar!
Los chicos se nos quedaron mirando. Adiviné su pensamiento por sus caras.
Valeria y yo salimos de Berska con dos sudaderas puestas, la mía era azul claro con dibujos en verde y amarillo y la de ella rosa y blanca. Además de eso llevábamos dos bolsas cada una con ropa.
-Acabamos de llegar, ¿y ya habéis comprado?-preguntó Robert alucinando.
-Somos chicas, ¿qué quieres?-contesté sonriendo.
-Vamos en busca de la tienda de música anda, que me quiero comprar la guitarra-dijo Alex mirándome.
-Jo, yo quería ir a alguna tienda a comprarme ropa y un skate-dijo Zack.
-Y yo quería comprar más ropa-dijo Valeria.
-¿Qué os parece si nos repartimos?-sugerí mirando a Alex.
-Vosotros os vais a comprar y Sara y yo a la tienda de música. Quedamos en esta calle en hora y media ¿Vale?-preguntó Alex.
-Me parece bien-contestó Valeria.
-Sí, buena idea tío-dijo Zack guiñándole un ojo.
Zack, Nico, Robert, Jake y Valeria se alejaron caminando por la calle del Berska. Alex y yo nos quedamos quietos.
-¿Dónde crees que habrá una tienda de música?-pregunté.
-Pues, me parece que en aquella calle hay una-dijo Alex señalando una de las calles que teníamos a unos pasos.
-¿Ya has estado aquí?-pregunté.
-Sí, ya he estado aquí y Robert tiene familia aquí así que tranquila que no nos vamos a perder-dijo sonriéndome.
Le devolví la sonrisa y le miré a los ojos. Nos pusimos marcha a la tienda de música, caminamos en línea recta, en la dirección en la que habían ido Valeria y los chicos y tomamos la primera calle a la derecha. Allí, como Alex había dicho había una tienda de música, la Music Store. ¿Entonces porqué quedó con el resto en hora y media? ¿Tanto tiempo íbamos a tardar en elegir una guitarra?
-Hey!-dijo Alex al entrar por la puerta.
-Hi!-contestó una chica rubia que estaba en el mostrador-How can I help you?
-I want to buy an acoustic guitar, can you please show me some of them?-preguntó Alex en un perfecto ingles. Otra de las cosas que me gustaba de él, se le daba muy bien el idioma.
-Sure!-contestó la chica-come with me, please.
La seguimos por un pasillo en el que había un montón de guitarras eléctricas colgadas, también había teclados, bajos, micrófonos y distintos tipos de instrumentos, incluso algunos que no conocía. Al fondo del pasillo, unas escaleras daban a una planta en la que había solo guitarras.
-Here you can try all the guitars you want-dijo la chica sonriendo.
-Okay, thank you-contestamos Alex y yo a la vez.
-If you need me you just have to go downstairs and I’ll be on the desk.
Después de esto la chica se fue y nos dejó solos con las guitarras, Alex cogió una guitarra igual a la mía.
-¿Qué tal si me compro esta?-dijo mirándome sonriendo.
-Es igual a la mía-contesté.
-Por eso,-dijo mirándome-me gusta cómo suena tu guitarra.
-Sí, luego casamos nuestras guitarras y nace un ukelele igual ¿no?-dije riendo.
-Vale, ya, mejor me compro una distinta-dijo mirándome.
-A mí me gusta esta-dije cogiendo una de color marrón claro con el golpeador negro.
-A mí también,-dijo sonriendo- vamos a ver como suena.
Comenzó a tocar el principio de ‘I’m Yours’ de Jason Mraz y empezó a cantar un trocito de la canción.
-Cantas bien-dije sonriendo.
-¿En serio?
-En serio, me gusta como cantas.
-Y tú a mí-dijo Alex- o sea, como cantas-dijo algo nervioso.
-¿Vas a comprar esta?
-Según qué precio tenga,-contestó mirando el precio-es barata, son unos ciento ochenta euros. Me la compro.
Alex y yo bajamos al mostrador y la chica le cobró la guitarra a Alex con funda incluida. En total fueron unos doscientos euros. Alex y yo salimos de la tienda de música.
-¿Y ahora qué hacemos?-pregunté mirando a Alex un poco nerviosa.
-Tengo una idea,-dijo Alex mirándome a los ojos-vamos a un sitio que conozco.
-Está bien,-dije sonriendo-¿Por dónde?
-Por allí-dijo Alex señalando la calle que teníamos a la izquierda.
Caminamos en dirección a la calle en la que habíamos estado antes y seguimos la calle en línea recta, unos pocos metros de esa calle, giramos a mano derecha y pude divisar a lo lejos el Palacio de Buckingham.
-¿Vamos a ir a ver a la reina?
-No, exactamente mi Lady-contestó riendo.
Seguí caminando en línea recta, con Alex a mi lado, al llegar a pocos metros del Palacio de Buckingham vi un parque precioso con un montón de flores y pequeñas charcas. A lo lejos, vi como una ardilla se subía a un árbol; y cómo un conejo corría por el prado. Alex me adelantó y bajó unas escaleras, me sonrío y dijo:
-Ya hemos llegado.
Bajé las escaleras y pisé el césped del parque, era el parque más bonito que había visto en mi vida.
-¿Te gusta?-preguntó sonriendo.
-Me encanta-contesté.
-Sígueme-dijo Alex caminando en dirección a una de las charcas.
Alex posó la guitarra en el suelo con cuidado y se subió a una roca.
-Dame la mano-dijo tendiéndome una mano para ayudarme a subir.
Apoyé un pie en una roca y con su ayuda me senté junto a él.
-Mira que vistas-dije sin darme cuenta de que aún teníamos los dedos entrelazados.
-Ya,-contestó él-¿precioso verdad?
-Sí.
-¿Cantamos algo?-preguntó soltándome la mano y cogiendo su guitarra.
-Vale-dije sonriéndole.
Comenzó a tocar los primeros acordes de ‘Cry Me A River’ y comencé a cantar la canción en voz bajita.
-Canta más alto-me animó Alex-no pasa nada, no hay casi gente.
Canté más alto, me di cuenta de que había gente que nos miraba de lejos.
You told me you loved me,
Why did you leave me, all alone?
Now you tell me you need me,
When you call me on the phone,
Girl I refused, you must have me confused
With some other guy,
Your bridges were burned, now it’s your time,
To cry,
Cry me a river
Alex paró de tocar, me miró y me sonrió. Guardó la guitarra y bajó de un salto de la roca, cogió la guitarra con la mano y me bajó de la roca.
-Vamos-dijo sonriendo.
-¿A dónde?
-A donde habíamos quedado con los chicos y Valeria, llegamos tarde.
Miré la hora en el móvil, ya eran las tres y veinte. ¿Pero si habíamos salido de la tienda de música a las dos y media? ¡Qué rápido pasaba el tiempo! Volvimos a la calle del Berska caminando rápidamente,  conseguimos llegar a tiempo. Zack, Nico, Robert, Jake y Valeria estaban esperándonos.
-¿Dónde habéis estado?-preguntó Valeria.
-En la Music Store y en el Buckinham Palace.
-O sea, que ¿os habéis ido a ver a la reina sin mí?-preguntó Zack riendo.
-Sí, un guardia me dijo que tuvieras cuidado con el skate o te ponía multa- se bufó Alex.
-Ja, ja-contestó Zack.
-¿Vamos algún lado?-pregunté.
-¿Starbucks?-sugirió Robert.
-Sí, ¡me quiero tomar un Frapuccino!
-Hay uno aquí cerca-dijo Nico.
-Pues vamos-contestó Valeria.
En la calle de enfrente de la Music Store, había un Starbucks, entramos y pedimos nuestros cafés. Nos sentamos en una de las sillas de la cafetería, y cómo había wi-fi aproveché para entrar en el Twitter.
Un tweet de Niall Horan ponía: At Nando’s with my family.
Valeria lo leyó.
-¿Nando’s está cerca de aquí?-pregunté a Alex mirando a Valeria sonriendo.
-Sí, está yendo para el Covent Garden a mano izquierda-contesto Nico.
-¡Vamos!-dijimos Valeria y yo al unísono.
-Dejadme adivinar, Niall está allí ¿verdad?-preguntó Jake.
-¡Sí!
-¡Vamos! ¡Vamos!,-gritó Valeria-¿Estará Liam con él?
-No sé ponía con su familia, sería su familia, ¿o se refería a los chicos?-pregunté sonriendo.
¡No me lo podía creer, iba a ver a Niall Horan! Valeria y yo levantamos a Alex de una de las sillas, y lo sacamos a rastras del Starbucks con el café en la mano.
-Volvemos en un rato chicos, Alex llévanos al Nando’s-ordené a Alex agarrándole de un brazo.
-Vale, vale calma, que va a pensar que estáis locas,-dijo Alex- bueno…si es que está allí.
-¡Vamos!-gritó Valeria agarrando a Alex del otro brazo.
Alex caminó hacia la calle en la que estaba el Berska, giró a mano derecha y tiró toda la calle en línea recta, giró a mano derecha y allí estaba. Un cartel ponía Nando’s. Valeria y yo miramos por el cristal, con tal mala suerte de no ver nada…las ventanas estaban tintadas y no se podía ver lo de dentro. Abrimos la puerta y echamos una ojeada al local, nos dirigimos al baño sin antes mirar en todas las mesas. Entré por la puerta de uno de los baños corriendo, mi cabeza chocó con el pecho de alguien, levanté la cabeza y me quedé boquiabierta. Niall, ¡Era él!
-Sorry-conseguí contestar poniéndome como un tomate.
-Don’t worry,-contestó él-but women baths are on the other door.
-Ups,-contesté enrojeciendo aún más.
Valeria, que estaba detrás de mí se empezó a reír y Niall también.
-Excuse me,-dijo Valeria cuando por fin paró de reírse- can we  have a pic with you?
-Sure!-contestó Niall-but….here in the men bathroom?
-No-contesté riendome-I think it’s better outside.
-I agree with you-dijo Niall sonriendo.
Salimos fuera del baño de hombres y nos dirigimos a la puerta del Nando’s, Alex estaba allí. Salí del restaurante y le di la cámara de fotos.
-Haznos una foto con Niall, por favor-pedí a Alex.
Niall y Valeria salieron detrás de mí por la puerta y Alex quedó boquiabierto. Sonreí y les miré.
-He is gonna take the pic-le dije a Niall.
Nos colocamos para la foto, Niall en el medio y Valeria y yo una a cada lado, Niall pusó una mano en mi cintura y otra en la de Valeria y nosotras sonreímos. ¡Vaya suerte! ¡Gracias, twitter! ¡No me lo podía creer! Una foto con Niall Horan, el segundo día que estaba en Londres. No era lo mismo que mi sueño, pero algo era algo.
- Where are you from?-dijo Niall sonriéndonos.
-From Spain-contesté en un perfecto inglés- but we’re living here in London for 3 years.
-Without parents?-preguntó él.
-Yes!-contestó Valeria.
-Wow, that’s awesome, I hope you to have a great time here, I have to go sorry Bye!-dijo Niall entrando por la puerta del Nando’s.
-Bye! And Thank you Niall!-contestamos.
-Nice to meet you-contestó sonriendo.
En cuanto el chico rubio entró por la puerta, Valeria y yo comenzamos a chillar como dos niñas pequeñas, Alex se quedó mirándonos moviendo la cabeza de un lado a otro. Volvimos al Starbucks a por los chicos, y un tiempo después llegamos a la residencia. Nadie se podía creer lo que había pasado el primer día que íbamos a Londres. ¡Había sido, algo increíble! Uno de los mejores días de mi vida, no sé gracias a cuál de los dos chicos a Niall…o a Alex.




Capítulo 6: My Angel



*En el prado de detrás del edificio principal, de un lugar de Londres unos minutos después de las dos primeras clases*

-¿Y los chicos?-dije poniéndole la cejilla a mi guitarra.
-Están jugando un partido de fútbol contra unos alemanes-contestó Valeria.
-¿Y tú no vas, Alex?-pregunté mirándole a los ojos.
-No, prefiero quedarme aquí con mis dos españolitas escuchando un poco de música, he oído que eres cantante, ¿es verdad?
-¿Quién te lo ha dicho?-pregunté confusa. ¿Cómo se había enterado?
-Una canción tan buena como la que escribiste en mates, no puede ser de alguien a quien se le dé solo bien el inglés. Se te nota, además si no te gustara la música, no te habrías traído a Londres una guitarra.
-¿Y tú por qué la dejaste allí?-preguntó Valeria.
-Porque tenía pensado comprarme una aquí, ¿me ayudáis a escogerla hoy de tarde?-preguntó Alex contestando a la pregunta de Valeria.
-Vale-contestamos Valeria y yo a la vez,
Alex sonrió.
-Canta algo, Sara-dijo mirándome a los ojos.
-No sé, me da vergüenza-contesté mirándole.
-Sara, hazme caso, canta-dijo Valeria intentando convencerme.
-Está bien…-dije antes de comenzar a cantar.
Coloqué un acorde de sol en el mástil de mi guitarra y noté como los dos me miraban. Estábamos los tres solos, en la parte de atrás del edificio principal por lo que era difícil que alguien nos oyera.
I know that you feel alone,
That sometimes you can’t go on,
But baby you know I’ll,
Right by your side,
I know that she broke your heart,
And I’m gonna make it beat again,
‘Cause you know I’ll be there,
With or without you.
Noté como Alex y Valeria me miraban, paré de tocar y les miré:
-¿Qué tal?-pregunté.
-¿La has escrito tú?-preguntó Valeria.
-La ha escrito ella-dijo Alex.
-¿Y tú cómo lo sabes?-pregunté mirándole fijamente.
-Porque se nota en las palabras que usas, y en lo que dice la canción-contestó.
-Vaya observador-dije suspirando.
-Es una canción preciosa-dijo Valeria.
-Yo creo que deberías grabarla-dijo Alex mirando a Valeria esperando su apoyo.
-Sí, absolutamente de acuerdo-contestó Valeria.
-Lo intentaré,-contesté-pero no os prometo nada.
Los chicos acabaron su partido de fútbol y se acercaron a donde estábamos nosotros. Alex cogió mi guitarra y se puso a tocar el principio de ‘Smells like teen spirit’ de Nirvana. Conocía esa canción porque mi primo me había intentado enseñar a tocar esa misma parte, la diferencia es que a Alex le salía y a mí no. Alex tocaba muy bien la guitarra, si algún día fuera famosa, lo tendría claro, le contrataría como guitarrista. Pocas veces sonaban acordes desafinados o alguna nota fuera de tono, como me pasaba a mí a menudo, podría aprender mucho de él. Además, era un buen chico, majo, simpático y como dije el primer día que le vi, estaba bueno. Me gustaba su forma de ser y puede que Valeria tuviera razón, a lo mejor estaba un pelín colgada de él, pero solo un pelín. Miré como seguía tocando mi guitarra y le sonreí, me devolvió la sonrisa y empezó a tocar una canción de Guns And Roses, que también conocía; era una de las canciones favoritas de mi padre. La canción se titulaba ‘Sweet Child o Mine’ y salía en un anuncio de una marca de coches, creía que de Audi pero no estaba totalmente segura.
También era una de mis canciones favoritas, tenía un gusto muy variado de música, eso lo había sacado de mi padre. Desde pequeña él me había puesto varios tipos de música por lo que a lo largo de mi vida fui aprendiendo a apreciar cada tipo de música por algo, sea por los buenos solos de guitarra, por los efectos, las voces o el ritmo de la batería, cada tipo de música tiene algo especial. Incluso si la persona que la hace no tiene mucha idea de música, hay veces que puede sonar bien e incluso llegar a ser un número uno. Solo tenía que escuchar bien y prestar atención a cada parte de una canción para sacar qué era lo que me gustaba de ella y lo que no. Era igual que con Alex, solo tenía que pasar más tiempo con él para averiguar que me gustaba de él y que no. Al acabar de pensar en todo esto, me di cuenta de que ya estaba en clase de Literatura, Alex había cogido mi guitarra y la había llevado hasta clase, mi guitarra estaba apoyada contra la pared a mi lado, y Valeria pasaba la mano por delante de mi cara intentando llamar mi atención.
-Sara,-dijo Valeria-estás colgada en tu mundo.
-Sí-dije sonriendo-solo estaba pensando.
-¿En qué, o en quien?-dijo dirigiendo la mirada hacia el chico que estaba sentado detrás nuestro.
-En la música-dije negando lo que ella estaba pensando.
Cuando quería era buena escondiendo mis sentimientos, pero no siempre. Cuando tenía algo muy secreto, siempre lo solía dejar para las letras de mis canciones, y así les daba un toque personal. La profesora entró por la puerta.
-Goodmoring, guys-dijo saludando.
-Good morning-contestamos como cada vez que un profesor entraba por la puerta de ese aula.
La profesora se puso a contarnos que en Londres, aún existía el teatro de Shakespeare, más conocido como el ‘Shakespeare Globe Theatre’ y que estaba en una de las orillas del Támesis, cerca del Big Ben, nos dijo que si algún día pasábamos por allí y lo veíamos, recordáramos que ahí se estrenó una de las obras más conocidas: Romeo y Julieta. Después de lengua, tuvimos clase de Música, mi favorita. El profesor, era un tipo rubio y musculoso que se llamaba James. Su nombre me recordaba al personaje de Crepúsculo, se parecía físicamente bastante a él. Vio mi guitarra apoyada en la pared y me pidió que la sacara, saqué mi guitarra de la funda y se la di al profesor, éste nos explico cómo se formaban los acordes cosa que Alex y yo sabíamos de sobra. Nos explicó también el uso de la cejilla y como se leían las tablaturas. Después de esto, hizo una demostración tocando ‘Smells Like Teen Spirit’ ¿Qué es qué todo el mundo se sabía esta canción? ¿Era la única que no la sabía tocar? Miré al profesor y observé como colocaba los dedos en el mástil, formando las llamadas quintas. La clase de música estaba siendo mi favorita desde entonces como siempre había sido. Se me pasó muy rápido y casi no pude disfrutar de todo lo que tocaba el profesor. Sonó el timbre, ésta era nuestra última clase por hoy. Ahora teníamos un descanso de una hora hasta las 12, la hora de comer. Volvimos a la parte de detrás del edificio del instituto, pero esta vez, Zack se quedó con nosotros. Valeria y Alex querían que volviera a cantar mi canción para que Zack me escuchara. Por lo que comencé a cantarla, pero esta vez llegué al estribillo.
Cause I always thought that angels,
Were only in my dreams,
But when I saw you baby,
I knew you were the real,
And tell me what you’re thinking,
Why do you stare at she?
Please tell me that in heaven,
There aren’t girls like me.
Al acabar el estribillo dejé de cantar y pose la guitarra. Zack estaba con la boca abierta, sonreí y miré a Alex y a Valeria.
-A ti te voy a llevar yo a un concurso de la tele, a ¡Tu sí que vales!-dijo Zack mirándome.
-No, que me da miedo Risto-contesté.
-Tranquila que a Risto se lo come Alex para que no te diga nada malo-contestó Zack riéndose y mirando a Alex.
Valeria y yo estallamos a reír mientras Alex miraba a Zack de una forma muy rara.
-¿Pero cómo me voy a comer yo a un tío?-preguntó Alex desconcertado.
-Tío, era una broma-dijo Zack aún riéndose.
Valeria y yo nos reímos aún más alto y pronto Alex se unió a nosotros.
-Aún así, no tiene sentido-dijo Alex.
-Sí,-contesté yo-tiene sentido, Zack me va a llevar a  tú sí que vales y tú te vas a comer a Risto para que no me diga nada malo. Zack ha querido decir que tengo talento. Yo sí le veo sentido-dije dándole un abrazo a Zack.
Valeria me miró sorprendida y le guiñé un ojo mientras tenía mis brazos rodeando los hombros de Zack. Noté como Alex también me miraba, pero esta vez no le devolví la mirada. Me aparté de Zack y volví a mirar a Valeria, estaba riéndose. Alex cogió mi guitarra y me senté junto a él. Comenzó a tocar una tablatura que no conocía de nada, pero que sonaba bien. Un tiempo después sonó el timbre y fuimos a comer.